Desde hace mucho tiempo, pienso que los afectos no se obligan; el afecto que sentimos nace en nosotros y, espontáneamente, lo manifestamos y demostramos a quienes amamos. Ningún lazo familiar garantiza afecto (algo de lo que se por experiencia propia)...la vida se encarga de recordármelo de vez en cuando...y duele y me afecta. También sé que uno debe estar en donde se sabe apreciado y querido.
Este es un gran aprendizaje y es continuo porque tiendo a olvidarlo...creo que lo olvido porque me cuesta comprender que una persona no quiera/no desee recibir afecto.
Me choca la gente papel de lija, pero, a veces, me pregunto si eso será más efectivo.