lunes, 25 de septiembre de 2017

Lo que hace una pérdida

Hoy se cumplen 2 años que mi mami se hizo luz. 2 años en los que he vivido de todo. 2 años que arrancaron con un dolor y un vacío indescriptible, que han ido transformándose y transformándome. ¿Duele todavía? Si, claro que duele, solo que duele diferente; es menos agresivo, menos incisivo, menos cortante. Hace rato pensaba que es verdad que el tiempo ayuda. Uno va aprendiendo a manejarse dentro de lo que siente. Yo llegué a un punto en que me di permiso de todo. Aprendí a tenerme compasión y, a través de eso, aprendí a atenderme. Durante este período internalicé que no hay nada más dañino que una expectativa (diariamente doy lo mejor de mi para no tenerlas.) ¿Lloro? ¡Cómo no! Me hace falta mi amiga, mi compinche, mi confidente, mi partner in crime: mi mamá era todo eso. Algo que tengo claro es que lloro por mi, por todo lo que dejé de ser cuando ella trascendió. En fin, ha sido un proceso que me ha convertido en una mejor versión de mi misma, aún cuando empezó con la experiencia más dura que haya experimentado. I am probably not making sense for other people, pero yo me entiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario