jueves, 15 de marzo de 2018

Nunca definas a nadie por su pasado

Llevo días reflexionando sobre cómo lo que hicimos, dijimos, pensamos o dejamos de, pesa en nuestro presente como una espada de damocles. Nos cuesta aceptar que lo que hayamos hecho o dicho en un momento equis, era lo que tocaba. Uno se castiga (lo digo por experiencia propia) y eso no debe ser. Merecemos comprendernos, tratarnos bien.

El pasado es una fuente maravillosa de enseñanza, de recuerdos que llenan almas, algunas veces con una que otra lágrima, más no es y no debe ser la referencia constante de lo que pudo haber sido; si algo he aprendido es que los hubiera no existen.

A veces juzgamos el hoy por el ayer de alguien o el mismo nuestro; creo que el ayer ayuda al hoy, más no lo define, pues cada día creamos el presente que es el que importa...creo que por eso se llama pasado: ya pasó,

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