En tiempos de tribulaciones como los que se viven en Venezuela y en el mundo, una compañía sincera, de alma, verdadera, es necesaria. Hay momentos, como ahorita (estoy despierta desde las 4 y algo...cuando esto me pasa, me levanto y me ocupo ) en que como que necesito comunicarme y, bueno, todo el mundo duerme...quién anda por ahí conmigo es Ramsés, mi peludo gatuno.
Lo que se vive en Venezuela no es fácil...dentro de todo lo que sucede, yo estoy bien, así como mi gente. Frustra, enormemente, sentirse de manos atadas e imposibilitado de hacer para que mejore...en estos días pensaba que pareciera que todo tuviera que quedar en cenizas para que resurja...hasta el ánimo, la entereza, la esperanza, la fe. Es que hasta el sentido de propósito se desubica dentro de tanta distorsión. Creo que la emoción/sentir para mi hoy es desubicación...hoy cómo que no consigo mi lugar en este tablero de Jumanji avanzado.
Siempre hay gente amada que viene al rescate ♡.
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