Qué difícil y penoso es sacudirse el mal hábito de tener expectativas y de poner la responsabilidad de nuestras cosas en terceras personas. Ayer pensaba mucho en esto porque creo que es algo que ya traemos escrito en cada uno de nosotros cuando nacemos. Es algo que tengo consciente en mi y que estoy trabajando para erradicar porque afectar mi paz mental y mi paz interna.
Nadie le hace a uno nada; es simple y llanamente mi actitud hacia lo que sucede y ya decidí no afectarme por mi creencia distorsionada de lo que debe ser.
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