Creo que todas las familias tienen tradiciones que van pasando de generación en generación a través de los años. Ayer continuamos con una tradición familiar como lo es hacer las hallacas.
Desde que recuerdo, en casa se hacían cada navidad. Un tropel de gente (todo familia) nos reuníamos en casa de la abuela Amanda y se empezaba la producción. Cada año quedaban más ricas que el año anterior. Luego, se trasladó la preparación a casa de mi mamá. Con los años, sólo fuimos nosotros (la negra Olmos y sus hijos) quienes mantuvimos la tradición viva.
Esta navidad es algo particular porque mami no está físicamente presente...igual hicimos nuestras hallaquitas el fin de semana que pasó, con la presencia de mami en nuestros corazones. Nos dimos cuenta de que aprendimos de la mejor y que SI estábamos poniendo atención, jejeje. El hallaca factory, como lo bautizamos, fue una experiencia nutritiva, de mucho ánimo, de sanación y amor para mi. Disfruté el maratón en ful y, aunque cansada, estoy agradecida porque nos dimos la oportunidad de continuar con la tradición tan llena de buenos y agradables momentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario