Lo que pasó era lo único que podía pasar

No tengo la más remota idea de como empezar a escribir esto que siento...a lo mejor no tiene sentido, pero aquí voy...

Creo que cuando algo sucede, eso era lo que tenía que pasar porque si no algo diferente hubiera sucedido, ¿verdad? Así de simple. Se, con certeza, que todas las vivencias experimentadas hasta ahora han ido construyendo la  Carolina que soy hoy, la que amo, con la que me siento bien y a gusto y, si, la que me gusta. Creo que todas esas vivencias me permitieron ver que, no necesariamente, resueno y/o sintonizo con ellas ah, y lo más importante, está bien no resonar con ellas.

Me dí cuenta y acepté lo dañino que es para cualquier ser humano tratar de crear un panorama diferente en relación a algo que ya pasó. Los hubiera, los y si?, los a lo mejor. He estado allí muchas veces...bueno, creo que muchos hemos estado. Nada más inútil. Cuando algo que no tiene vuelta atrás nos mueve el piso, hay que sentir, respirar lo que sucede en nosotros.

Recuerdo que cuando me divorcié, hice transformaciones bien positivas en mi; igual cuando dejé la vida corporativa luego de más de 23 años para darme la calidad de vida de la que ahora disfruto y ahora que mi mamá partió hacia una mejor vibración, pues muchas cosas empezaron a hacer clic. Estoy sincerándome conmigo misma...y me siento bien al hacerlo.

Cuando internalicé y acepté que yo soy yo, que las experiencias vividas  (así hayan sido compartidas) las asumo por lo que yo debo aprender y por quien soy,  comprendí que eso mismo le sucede a los demás y cada quien lo asume de acuerdo a su propio aprendizaje. Esto es algo que libera, grandemente.